El proyecto es parte de la intervención de más de 20 diseñadores, arquitectos y paisajistas en la Casa Giacopello, una casa del siglo XIX en Puebla. El espacio a intervenir es la azotea de la casa, un espacio “vacío”, cuya única presencia es la parte trasera de la mansarda, este espacio era el área de servicio conformado por tres áticos. El pabellón es una reinterpretación (abstracción conceptual) de la mansarda como terraza-jardin para darle uso a la azotea como extensión de los espacios habitables de la casa. El nuevo espacio está conformado por tres plataformas de madera ligadas entre si por una estructura liviana, aludiendo a los tres áticos ligados por la mansarda existente. Las plataformas fueron suspendidas sobre perfiles de acero para evitar el peso sobre la losa de viguería. La estructura está conformada por columnas de barrote de madera de 1 ½” y tubería eléctrica galvanizada de pared delgada de 1”. El recubrimiento varía para dar distintas tonalidades de luz y sombra, se utilizó lona, lámina corrugada de policarbonato y enredadera, todos materiales de bajo costo y fáciles de conseguir. En la parte superior de la estructura se colocaron paneles fotovoltáicos a la vista, que suministran de energía la iluminación artificial integrada a la estructura. Así las nuevas tecnologías son parte de la composición arquitectónica en lugar de objetos ocultos.